domingo, 25 de febrero de 2018

Conducta aprendida VS conducta innata. Experimento del alimoche - Félix Rodríguez de la Fuente.

Mi primera entrada la voy a dedicar a una historia que siempre me ha resultado increíble. 

Hace bastantes años, mi padre, en su entusiasmo por hacernos pensar acerca de la naturaleza de los seres vivos, a mi hermano y a mí, nos preguntaba: 

 “Cuando los alimoches se encuentran frente a un huevo de grandes dimensiones, como los de avestruz, seleccionan piedras cercanas, y con el pico comienzan a dispararlas con fuerza contra la cáscara con el fin de romperla y comerse lo que hay en el interior. ¿Creéis que los alimoches utilizan esta técnica porque la aprendieron de sus padres, o nacieron ya sabiéndola?

Claro que, por ese entonces, a nuestra edad, nosotros no teníamos muchas ideas de cómo responder. Lo normal habría sido decir que es aprendida, así como nosotros aprendemos a andar o a hablar. Entonces, añadió: 

 “Y si os digo que ponemos un huevo delante de un alimoche que no ha crecido con sus padres, ¿qué creéis que pasaría? ¿Lo rompería con piedras?” 

Nosotros nos quedamos igual, aunque probamos con diferentes respuestas que no resultaron muy convincentes. Enseguida, mi padre nos contó la historia completa del experimento que daba respuesta a esas preguntas: el experimento del alimoche de Félix Rodríguez de la Fuente, filmado para un documental de El Hombre y la Tierra. 

Para la primera parte del experimento, el equipo puso una recreación de un huevo de avestruz cerca de los alimoches maduros que sobrevolaban la zona. Como era esperado, un par de ellos se posaron y comenzaron su rutina. Cogieron piedras de distintas dimensiones y las arrojaron contra la cáscara. Pronto gozaban de su contenido tras haberlo roto. Como segunda parte, rescataron un alimoche que tenía un mes de vida de un nido, lo criaron y alimentaron en cautividad hasta que tuvo edad suficiente para llevar a cabo la tarea. La gran pregunta de Félix era si un alimoche joven que no se hubiera criado con sus padres, que ni siquiera hubiera volado nunca y que no había visto ningún huevo en su vida, sería capaz de utilizar técnicas como esta de manera innata, transmitidas mediante el material genético de sus padres. Los resultados fueron maravillosos. El alimoche primero emprendió el vuelo, sin que nadie hubiera tenido que ayudarle o enseñarle, corroborando que el vuelo es, como en todas las especies de aves voladoras, una respuesta innata. Pronto localizó el falso huevo y sin más preámbulos, inspeccionó la zona, seleccionó las piedras y comenzó a arrojarlas. Al principio, sin mucho éxito, pero tras unos pocos intentos, logró romper la cáscara. 

Lo que le ocurre a Gaspar, el alimoche del experimento, es que posee una conducta innata e inconsciente que se transmite genéticamente entre los seres vivos de su misma especie y que les hace responder de una misma forma ante determinados estímulos. Esta es una reflexión sobre lo sorprendentes que pueden llegar a ser los organismos y de cómo el material genético transmitido en una especie da lugar a distintos instintos, siendo así capaces de sobrevivir y adaptarse al medio. 

 Al final de la entrada, en las fuentes, os mostraré un enlace que lleva al propio documental en el cual mi padre se basó para preguntarnos, que años más tarde tuve el placer de ver. Os invito a que le echéis vosotros también un vistazo ya que explica más detenidamente y con detalle todo lo relatado en esta entrada. Además, para concluir, querría hacer un guiño al mensaje que deja Rodríguez de la Fuente al final del mismo vídeo:


“Los alimoches, amigos míos, viven en España, cada día menos porque se mueren precisamente víctimas de esta conducta porque comen los huevos envenenados que se dispersan por los campos españoles cada primavera. Si este documento sirve, al menos, para que no se coloque un solo huevo envenenado más en los campos de España, el esfuerzo habrá merecido la pena.” 

El alimoche común, Neophron percnopterus, se encuentra actualmente en el Libro Rojo de las aves de España en la categoría de “En peligro” además de en otros catálogos como “Vulnerable” o “En peligro crítico”. Esto se debe principalmente a esa causa. 
Esta información, además de muchos otros datos sobre el alimoche común y su conservación, se encuentran almacenados en la página web de La Sociedad Española de Ornitología (SEO), una organización no gubernamental de utilidad pública que tiene como principales objetivos la conservación y el estudio de las aves y sus hábitats. También os adjunto el enlace a su página. 

Muchas gracias por vuestra atención y espero que esta ave os haya parecido tan fantástica y curiosa como me lo pareció a mí.
La naturaleza nunca dejará de sorprendernos. 
Recuerda siempre que la Tierra tiene música para aquellos que escuchan. 

FUENTES: 
- Documental “El Hombre y la Tierra: El buitre sabio”: https://www.youtube.com/watch?v=CKuE-8_Py8k 

.M.

domingo, 11 de febrero de 2018

La Tierra y la armonía.

Podemos pensar que el interés por el medio ambiente ha aparecido en los últimos años, pero la verdad es que no es así. Aunque puede resultar curioso, la preocupación por la protección o el cuidado del medio ambiente estaba presente en las sociedades más antiguas. Si nos remontamos, por ejemplo, al 400 antes de Cristo, encontraremos Aires, aguas y lugares, obra de Hipócrates, en la que acentúa la importancia del medio ambiente para el cuidado de las enfermedades y los beneficios que podía tener para nuestra salud.

Dos mil cuatrocientos dieciocho (2418) años después estos efectos en la salud son más que evidentes. En el mundo mueren nueve millones de personas cada año por culpa de enfermedades del corazón, cáncer de pulmón y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), provocadas por la contaminación del aire, del agua y del suelo. Es decir, una de cada seis personas muere al año en todo el mundo por la contaminación. Estos fallecimientos suponen el 16% del total de defunciones anuales.

 Sabemos que la causa de esa contaminación es el ser humano. El único ser capaz de destruir su propia especie. Y es que se debe mantener la armonía que la naturaleza posee en sí misma. Según Aldo Leopold, la conservación es un estado de armonía entre el hombre y la tierra. Sin embargo, para mí, la naturaleza se encuentra en armonía cuando el hombre no hace acto de presencia en ella. Esto es, la armonía no define la conservación.


Los beneficios de un medio en armonía son múltiples. Por una parte, podemos destacar los beneficios a nuestra salud (menos enfermedades respiratorias, cardiovasculares o menos problemas de visión). Por otra parte, están los beneficios o placeres que la naturaleza en armonía puede ofrecer (desde estructuras como pliegues o un simple atardecer). Sin embargo, la mayoría de estos beneficios se ven afectados simplemente con la presencia de cualquier individuo de nuestra especie.

Cabe destacar que, a medida que pasan los años, la presencia del ser humano en la tierra es cada vez mayor. De acuerdo con el informe Revisión de las Perspectivas de Población Mundial publicado por la ONU, la población mundial se disparará por encima de los 10.000 millones, actualmente más de 7.300 millones en las próximas décadas. El planeta Tierra alcanzará los 8.500 millones en 2030 y los 9.700 millones en 2050, según los cálculos de la organización mundial. Para el año 2100, la población mundial será de 11.200 millones de personas, debido principalmente al crecimiento demográfico en los países en vías de desarrollo, especialmente en África. Esto supondrá una demanda mucho más insostenible que la que tenemos hoy en día de productos destinados a la manutención de todas estas personas.

 ¿Qué podemos esperar que pase con nuestra salud años después de que Hipócrates se diera cuenta de la importancia del medio ambiente para nuestra salud? La realidad es que, si no se intenta mantener la armonía de la naturaleza, los problemas relacionados con el medio ambiente no harán otra cosa más que aumentar.

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